domingo, 22 de septiembre de 2013

La nipona saltarina

Natsumi Hayashi. Levitation 5.
Natsumi Hayashi. Levitating self.
Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa.
                                                      Mark Twain

¿Pero esto qué es?
Creo que algo así debí pensar la primera vez que vi una foto de Natsumi Hayashi.
Y después de ver las diez siguientes ya no pude parar de mirar...

La autora, Natsumi Hayashi http://yowayowacamera.com/, es una joven japonesa nacida en Tokio y, según parece, dedicada plenamente y de una forma obsesiva a plasmar con su cámara escenas en las que un personaje (ella misma), aparece en la escena levitando, como si esa situación fuera la más natural del mundo. De momento, toda su obra consta exclusivamente de autoretratos hechos en lugares corrientes (el metro, centros comerciales, calles concurridas, etc.), donde se la puede ver flotando tranquilamente, con una disposición admirable, mientras habla por teléfono, compra en el supermercado o espera en la parada del autobús...


Natsumi Hayashi. Today's levitation.
Su forma de trabajar es muy sencilla (si es que podemos llamar sencillo a este proceder tan peculiar...). Monta el trípode donde le parece, acciona el disparador y se pone a pegar saltos como una posesa hasta que consigue la foto deseada. Es evidente que controla muy bien la técnica y el tipo de salto que le interesa en cada situación; de esta manera, tanto consigue crear la sensación de un incierto paso flotante, como el efecto de un ser inmóvil en suspensión. Además, es innegable la perseverancia que manifiesta a la hora de perfeccionar su estilo, leí que en una ocasión llegó a dar más de 300 saltos antes de lograr la imagen que consideró perfecta.
Actualmente, es una fotógrafa reconocida. Ha publicado un libro y copias de sus obras ya se venden en numerosas galerías de arte. Me resulta conmovedor pensar en cuando empezó a hacer fotos siendo sólo una adolescente, en como ya andaba pegando brincos valientemente por las calles de Tokio mientras exhibía una imagen de loca excéntrica en sus entretenidas sesiones fotográficas callejeras, o en todas las ocasiones en las que necesitó inventar múltiples y variadas explicaciones de sus andanzas para apaciguar a los espectadores más timoratos.

Sí, efectivamente, me conmueve y me incita a pensar que alguien, tan joven, ha sabido plasmar con tanta sabiduría ese estado entre la realidad y la ilusión en el que irremediablemente vivimos una parte considerable de los mortales. Me explicaré.

Creo, o quizá deseo creer, que en la génesis de todo ser humano existe una contienda permanente entre la realidad y la ilusión, entre la materialidad y la fantasía. Estas batallas se van librando durante toda nuestra existencia y, dependiendo de la elección que hacemos en determinadas situaciones de nuestra vida, triunfa una facción u otra. Y así sucesivamente... Pasada una etapa, vuelta a empezar con otra...
Existen personas cuya vida podría definirse como de “realismo radical” y, sin embargo, ocultan un espíritu desesperadamente imaginativo que, sólo aguarda pacientemente el momento estelar de su liberación. Éstas no se permiten a sí mismas levitar.
Y otras que, a pesar de vivir en un perpetuo estado abusivo de ensoñación, hacen todos los intentos posibles por afianzarse desmesuradamente a la realidad. Éstas levitan casi todo el tiempo, aunque, en ocasiones, ni lo perciben.
Ay, esta lucha... La cuestión, indudablemente, es intentar ser feliz y sobrevivir a los avatares de la vida de una forma satisfactoria...

Aunque no estaría de más comprobar, de vez en cuando y sin obsesionarnos, cómo nos sentimos si hace demasiado tiempo que no ponemos medias suelas a nuestros viejos zapatos...


3 comentarios:

  1. Si no levitaramos mentalmente en muchas ocasiones la realidad nos agobiaría.Aunque algunas veces la realidad también tiene su belleza.Bendita imaginación !

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  2. Cerca de ti hay una persona de las que alterna continuamente entre un estado y otro. Debe ser agotador... para ti.

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